lunes, 5 de octubre de 2009

Qué poco que nos queremos las minas!

Todas, y la que dice que no miente... TODAS pasamos por este tipo de situaciones al límite por estar embobadas con algún muchacho.
Pasamos a enumerar esas situaciones que demuestran, no sólo lo "hasta las manos que estamos" sino, lo bajo que podemos caer por un tipo.

1. El pibe maneja un Wolkswagen, se le cayó el símbolo y lo va a tirar. Nosotras lo agarramos, le decimos que lo tiramos, pero le ponemos un piolín y lo colgamos en el cuarto.
2. Tiró la colilla del pucho y la levantamos, eso, o el paquete vacío, "porque él lo tocó"
3. Te haces un viaje hasta el Congo, y el pibe no está.
4. Te vas a "plumas verdes" un día de paro, en taxi, seduciendo al tachero para que no te cobre mucho porque no tenes mucha plata.
5. Pasearte por la cuadra en la que vive a ver si lo cruzás, y cuando te lo cruzás no haces nada.
6. Hacernos amigas de: sus amigos, sus amigas, su novia, sus ex-novias, sus hermanos, su mamá...
7. Que te empiecen a gustar cosas que odias para poder debatir con él, o hacerte experta en fútbol, clavandote Fútbol de primera para poder hablar del tema con "conocimiento de causa"
8. Hacerte de su equipo de fútbol
9. Ponerte toda esa ropa que odias, porque él dijo que le gusta
10. Bloquear el teléfono y llamar y cortar mil veces, sólo para escucharle la voz.
11. Copetearte para decirle lo que sentís y no te animás a decirle.
12. Armarle una caja con 20 mil chirimbolos adentro. Ejemplo: un cd, una carta, letras de canciones, un libro, un encendedor, chocolates, fotos, etc., etc...
13. Bancarte la peor frase que te pueda decir y poner cara de: "está todo bien". Ejemplo: Te quiero tanto, sos tan especial... "sos demasiada mina para mí" o "te quiero tanto, que quiero que seas la primera... la primera en saber que me puse de novio" (Quéeeeeeeeeeeeeeeeee?????, en qué momento pasó?? cómo no me di cuenta??? qué hice de malo??? quién es esa yegua??? lo pensas, ni ahí se lo decís y esbozas un falluto "¡Qué buenoooo! Me alegro por vos, te lo re mereces!")
14. Buscarle laburo, porque está re bajoneado y vos le queres encontrar el laburo ideal pra que esté feliz.
15. Ofrecerle acompañarlo hasta el Congo Belga, aunque eso implique tres horas de viaje sólo de ida...
16. Tomar del mismo vaso del que tomó él cuando se va o no está mirando.
17. Dormir abrazada a su sweater (aunque cuando se lo devuelvas te diga: uh gracias, después se lo devuelvo al dueño" Quéeeeeeeeeeeeeeeeeee?????)
18. Bancarte que te hable de otra y encima, darle consejos al respecto.
19. Pedirle una pitada de su cigarrillo, aunque fume negros y no te los banques.
20. Invitar a la novia a donde quiera que lo invites, con tal de verlo.
21. Juntar la plata que no tenes para comprarle eso que tanto quiere y no se puede comprar.
22. Cambiar la marca de cigarrillos por la que él fuma, así si se queda sin le convidas.
23. Inventar historias con otros para ver que te dice
24. Tratar de abrirle los mails, a ver en qué anda
25. Inventarle que te vas del país por tiempo indeterminado
26. Comprarle las entradas para ir a algún lado que quiera
27. Comprarte su perfume y ponerlo en tu almohada.

¿Es posible que cuando nos enteramos que alguien está interesado en nosotras nos empiece a gustar?

Esta situación surge de la soledad. Cuando una está sola se siente que le falta algo, podemos salir con amigos, reirnos, pasarla bien, pero algo falta...
De repente, una noche, como quien no quiere la cosa, salimos, relajadas, con cero expectativas, como viene siendo desde hace unos cuantos meses. Nos decimos: "esta noche no tiene porque ser distinta". Pero, tal vez, en esa tranquilidad, en esa postura relajada de no buscar nada porque creemos que ya nada podemos encontrar, a alguien le llamamos la atención.
Un par de días después te comentan lo que pasó y ¡vaya sorpresa! no lo crees ni ahí. Ni habías reparado en esa personira que sin decirte nada, pero en otro ámbito declaró su interés.
No crees, o no queres creerlo, porque tenes miedo de salir lastimada de nuevo.
Pero, empezás a indagar, no podes evitar que te llame la atención y admitis que tu curiosidad se está despertando. Averiguas qué le gusta, cómo piensa, cómo siente, etc., etc...
Te volviste, sin querer, una máquina de buscar la forma de hablar del tema, sin ponerte en evidencia obviamente...
Cuando te queres dar cuenta, ya estás interesadísima, no lo admitís, pero si.
Se lo contas a todos, porque no salís de tu asombro, y tus amigas te incentivan para que te arriesgues, para que pruebes, para que te des otra oportunidad.
Un día te encontrás planteandote la posibilidad de que este candidato entre en tu vida, y esa es la demostración fehaciente de que realmente te interesa.
Ahora lo que resta es que en otra salida se anime, o te animes y ojalá que sea con suerte.
¿Quién dice? A lo mejor de estar sola y tan descreída, alguien pasa a ser parte de tu vida y ¿por qué no? nazca una nueva historia de amor.